Caminos dorados

En el desierto, los caminos posibles son infinitos. Allí donde mires encuentras arena y arena. Y llegas a la conclusión de que la arena será tu nuevo sendero, pero cada paso, en cada dirección, mostrará un camino. Así que estás obligado a pensar en el siguiente paso.

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Location: Salinas, Asturias, Spain

Wednesday, November 29, 2006

Selva de los olvidados

Él quiere su arma, quiere recuperar el azul
de un día que hoy se tiñó de negro.
No ha recuperado lo que se ha ido
pero no se siente solo todavía.

Ha cambiado su vieja moneda de la suerte
por un bastón y una escopeta,
con la que intentará abatir su miedo.
Su miedo a sentirse innecesario
en una sociedad en guerra.
En guerra de palabras y sueños robados,
de dibujos borrados de la memoria,
de caminos olvidados.

Esta es la historia de un hombre
que no quiso entrar en el círculo.
No se hizo paso a través de la selva
donde se ocultan versos mutilados
de canciones sobre gente como él.

¿No puede escucharle nadie ahí dentro?
No, no hay nadie allí, está él solamente.
Pero si puedes escucharle,
mejor sal corriendo ahora.
Tus pesadillas han vuelto.

Thursday, November 09, 2006

Páginas dobladas

Hay un libro que guarda sus palabras
en páginas blancas, cercanas al olvido.
Todavía recuerdo cual fue la causa
de su marcha, pero no me siento dolido.
Aquella noche, la tormenta furiosa golpeaba
con fuerza mi ventana; ya estaba dormido.
Creo que el camino ha vuelto a crecer
y se alarga lejos de mi casa.
Mañana la tormenta volverá a desaparecer,
cuando camine lejos de sus palabras,
todo comenzará otra vez.

Salgo de casa, pronto, una mañana,
me siento en calma como un niño.
El viento mece mi sonrisa en la cama
de las esperanzas y sueños en camino.
Tengo la mirada fría y clavada
en las páginas dobladas de mi nuevo libro.
Me siento dormido al anochecer
iluminado por luces de ambulancia.
Carreras de coches que no se dejan ver
recorren las calles de mi ciudad en calma.
Mañana, todo comenzará otra vez.

Es primavera, huele a hierba mojada,
los pájaros cantan un nuevo desafío.
El sol me llama, me asomo a la ventana;
en su terraza, mi vecina me lanza un guiño.
La invito esa noche a cenar en mi casa
su boca dorada sigue mi camino.
El sol rojizo ilumina mi atardecer.
Su sonrisa juguetona ha robado mi alma,
creo que he vuelto a nacer.
Deseé que esa noche nunca acabara.
Todo comenzó otra vez.